Carlos Moya Valgañón

Biografía

  • Carlos Moya Valgañón nace en Córdoba el 10 de junio de 1936. Hijo de enseñantes republicanos represaliados, su infancia transcurre entre las distintas localidades (Sajazarra en La Rioja, Albacete, Valencia) a las que se traslada el grupo familiar. Tras licenciarse en Derecho por la Universidad de Valencia en 1957, recibe una beca pre-doctoral de la Fundación Oriol y Urquijo para ampliar estudios en la Universidad de Colonia, en Alemania. Permanece en Colonia tres años, de 1958 a 1961, integrado en el Departamento de Sociología que en esa época dirige Rene König, una de las figuras más relevantes de la sociología alemana y europea de la posguerra. Allí reorienta definitivamente su vocación académica hacia la sociología, a la que desde entonces dedicará sus investigaciones, publicaciones y actividad docente.
  • A su regreso de Alemania defiende en noviembre de 1963, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia, su tesis doctoral sobre "Problemas fundamentales de la teoría sociológica: de Marx a Durkheim y al estructural-funcionalismo". Fruto de sus años de estudio en Alemania, la tesis realiza un ambicioso recorrido por las plurales raíces de las que se nutre la nueva auto-conciencia de la modernidad que se plasma en la Sociología.
  • En 1964 se incorpora a la Universidad Complutense de Madrid como profesor ayudante de la Cátedra de Filosofía del Derecho, cuyo titular es Joaquín Ruiz-Giménez. En esa coyuntura, junto con otros jóvenes profesores universitarios e intelectuales, se integra en el círculo de oposición a la dictadura liderado por el profesor Tierno Galván. En ese contexto será cofundador y profesor de CEISA (Centro de Estudios e Investigaciones S.A.), la Escuela Crítica de Ciencias Sociales que, diseñada, organizada y gestionada gracias a los desvelos de José Vidal Beneyto, dará un impulso decisivo al desarrollo de la sociología contemporánea en España y que las autoridades franquistas mandarán cerrar en 1968.
  • Encargado en 1967 de impartir Filosofía de la Ciencia Social en la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas de la Universidad Complutense, cuatro años después gana la Cátedra de Sociología en la Universidad de Bilbao, a cuya Facultad de Sarrico se traslada en septiembre de 1971. En 1974 se desplaza de nuevo a Madrid para dirigir el Instituto de Ciencias de la Educación de la UNED y poner en marcha su Departamento de Ciencias Sociales. De estos años son sus libros Sociólogos y sociología (1970) y Teoría sociológica: una introducción crítica (1971); el primero reúne un conjunto de estudios en los que procede a una revisión novedosa y esclarecedora de algunos de los hitos de la tradición sociológica; el segundo se adentra en el análisis, sistematización e interpretación de la teoría sociología contemporánea en el final de época del reinado del funcionalismo. También de principio de los ’70 es su monografía Burocracia y sociedad industrial (1972), centrada en el estudio del caso español, a la luz de la tradición de análisis sociológico del Estado que viene de la sociología alemana y especialmente de Max Weber -a cuya sociología de la burocracia dedica un capítulo revelador. En conexión con su estudio sobre la burocracia pública, pero en el marco de una sociología histórica del proceso de cambio socio-económico en España que arranca de la guerra civil, en 1975 aparece El poder económico en España: 1939-1972, un libro conectado con el trabajo sobre "las élites económicas y el desarrollo español", publicado en el volumen "La Sociedad", dentro de la obra colectiva La España de los años 70.
  • En septiembre de 1977 toma posesión de la cátedra de Cambio Social, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, de la que es Decano de 1980 a 1982, además de dirigir en los restantes años el Departamento de Sociología I. Durante este periodo publica De la ciudad y de su razón. Del logos político a la razón sociológica (1977), un estudio de amplios vuelos y de difícil clasificación académica sobre la genealogía histórica de la racionalidad occidental y su conversión en razón sociológica. Hay que destacar también en esta época el libro Teoría Sociológica Contemporánea (1978), codirigido con José Jiménez Blanco, en el que se recogen colaboraciones de numerosos sociólogos españoles que abordan y debaten los temas centrales de la sociología a finales del los años '70. El período culmina con la publicación en 1984 de Señas de Leviatán: Estado nacional y sociedad industrial en España, 1936-1980, libro que reúne múltiples estudios publicados en años anteriores y en el que se combinan trabajos de orientación empírico-histórica con otros de orden teórico-hermenéutico. Ese mismo año publica también el artículo "Identidad colectiva: un programa de investigación científica" en la REIS, trabajo en el que se hace a la luz una propuesta analítico-hermenéutica para la ampliación y eventual superación de los límites estrechos de la sociología dominante.
  • En 1989 deja la Universidad Complutense para incorporarse al Departamento de Sociología I de la UNED, que dirige durante algunos años y del que es en la actualidad Catedrático Emérito. En el curso 1994-1995 se desplaza, durante un año sabático, a la Universidad de California, San Diego; allí da comienzo una ambiciosa investigación sobre las religiones monoteístas y sus variantes políticas pre-modernas y modernas en la que sigue trabajando en la actualidad. Fruto de esta línea de investigación ha aparecido recientemente su libro Mahoma, Dar-el-Islam y Maimónides: dos ensayos sobre el monoteísmo semita (2008).
Premio Nacional de Sociología y Ciencia Política 2010

La figura intelectual de Carlos Moya desborda toda posible clasificación académica y su consiguiente ubicación en los cotos cerrados de las especialidades. Persona de insaciable curiosidad intelectual y de cultura enciclopédica, sus trabajos sociológicos siempre han tendido a situarse en la encrucijada en la que se dan cita las mejores tradiciones modernas de las ciencias sociales y las humanidades. Su sociología ha estado siempre abierta al diálogo inter-disciplinar y al cuestionamiento de las estériles fronteras académicas, atenta, por lo tanto, a incorporar los nuevos puntos de vista que provienen de la filosofía, la historia, la psicología, la antropología, la ciencia política -o incluso de la línea intelectual más lejana de las ciencias duras. Producto de la matriz heterodoxa e híbrida de su pensamiento y de su brillante originalidad, sus aproximaciones a los temas empíricos o teórico-analíticos consiguen siempre sorprender por lo novedoso del punto de vista desde el que observa y analiza, su capacidad para reconocer en los mínimos pliegues de la experiencia realidades emergentes apenas pensadas y su negativa a demorarse en lo ya trillado y estéril.

Su centro de interés y atención ha sido siempre la gran tradición del pensamiento social. Una tradición que ha analizado partiendo de su arranque en Hobbes, el primer y principal pensador del orden socio-político de la modernidad, y que, pasando por las refundaciones que Saint-Simon y su discípulo Comte realizan en el primer tercio del XIX, llega a su plena institucionalización en Alemania y Francia en los tiempos de Max Weber y Emile Durkheim, para eclosionar en la universidad americana de después de la Segunda Guerra Mundial, dominada por la lucha entre el estructural-funcionalismo de Parsons y la sociología comprometida y alternativa de Charles Wright Mills. Es esta matriz, que se despliega a lo largo de varios siglos de modernidad, la que ha constituido el objeto central de sus reflexiones, investigaciones y escritos. Moya ha mostrado de forma brillante cómo se despliega y va ganando en complejidad, cómo se constituye en la columna vertebral del pensamiento moderno, cómo nos piensa y qué podemos hacer para renovar los mensajes que nos ha ido proporcionando a lo largo del tiempo. Sus estudios sobre Hobbes, Saint-Simon, Durkheim o Weber muestran su estratégico papel en la historia de la modernidad y su terca actualidad, como pensadores que nos siguen ayudando a pensar el mundo en que vivimos. Son trabajos plenamente reconocidos como estudios de referencia por parte de nuestra comunidad académica.

Con todo, Carlos Moya no se ha limitado a brillar en el espacio de la reflexión teórica. Siempre se ha destacado como un observador inteligente y sutil de la actualidad. Sus análisis sobre la deriva de la sociedad mundializada contemporánea están llenos de propuestas originales en diálogo con los diagnósticos más al uso de la sociología contemporánea. Por otro lado, y siguiendo en esto las líneas propias de la sociología clásica, sus trabajos sobre el mundo social han ido más allá de lo puramente actual o contemporáneo, abriéndose a indagaciones históricas de altos vuelos en los que sociología e historia se conjugan como disciplinas inseparables.

Persona sociable, abierta a todos y dispuesta siempre a alentar las investigaciones de los muchos que, con formaciones e intereses intelectuales muy dispares, se le han acercado a lo largo de décadas, Carlos Moya es reconocido por todos como un intelectual comprometido con la época que le ha tocado vivir, un sabio y un maestro, de quien la comunidad académica valora su papel crucial en la institucionalización de la sociología en España y, en especial, sus aportaciones innovadores y originales en el campo de la teoría sociológica y la filosofía socio-política.